domingo, 22 de abril de 2012

El Golpe

Pues ya ha pasado el día D en liga y lo hemos superado con un notable. Un partido que se preveía  terrorífico, al final se sacó adelante con menos apuros de lo esperado. El Madrid, con un orden defensivo rozando lo excelente, consiguió maniatar casi por completo a todo el ataque barcelonista, y tan sólo concedió una ocasión de Xavi (si bien, esta fue muy clara) y la jugada del gol de Alexis Sánchez.

Calma... Calma... Calma

Tras ver el partido me quedo con la sensación de que no hemos visto la mejor versión del Barcelona, pero tampoco la mejor versión del Real Madrid. Gran parte de culpa en el atasco que sufrió el centro del campo del Barcelona, se debió al trabajo defensivo que hicieron los jugadores merengues, pero es cierto que da la sensación de que a los culés les falta un puntito de chispa en comparación con otros partidos en los que nos hemos enfrentado... aunque quizás sea simplemente que el paso del tiempo pasa factura y los años no pasan en balde para jugadores como Xavi o Iniesta que nunca han destacado por una condición física excelente. Como he dicho antes, tampoco creo que viéramos la mejor versión del Real Madrid, porque aunque el trabajo defensivo fuese de lo mejor que hemos visto esta temporada, a la hora de trenzar las jugadas de ataque pecamos mucho de precipitación y de errores no forzados. Hubo varias jugadas en las que la salida era clara y por errores impropios de estos jugadores acabaron terminando en nada, pero quizás la tensión, el desgaste y los nervios puedan explicar esta situación.

El partido comenzó con la sorprendente alineación de Tello y Thiago en el once del Barcelona y la no presencia de Piqué, Cesc y Alexis Sánchez. Guardiola apostó por un 3-4-3 con Alves y Tello en bandas y la jugada no le salió bien, puesto que el equipo estuvo bastante inseguro en defensa, y no consiguió crear apenas peligro en ataque.
Por su parte, Mourinho apostó por el mismo equipo que se enfrentó al Bayern de Munich. A pesar de las críticas que recibió Coentrao (para mí excesivas) en ese partido, Mou no tuvo problema en volver a confiarle la tarea de cerrar la banda izquierda del equipo y el portugués respondió con un gran trabajo que secó completamente el aporte ofensivo de Dani Alves. En los últimos 5 días Coentrao se ha visto con la misión de tapar a Robben y a Dani Alves y el resultado no ha estado nada mal... En su debe queda el tranquilizarse a la hora de sacar el balón desde atrás, pero con las críticas feroces que ha estado recibiendo, es comprensible que prefiriese no complicarse... esperemos que cuando las aguas vayan volviendo a su cauce pueda mejorar en ese aspecto.

Critiqué mucho a Xabi Alonso y a Casillas tras el partido de Munich, porque sinceramente creo que su rendimiento dejó bastante que desear, pero eso no va a hacer que me de miedo reconocer el gran trabajo que realizaron anoche. Xabi supo contener el centro del campo y no desentonó con el resto del equipo, dando equilibrio y procurando jugar el balón con criterio, y Casillas resolvió perfectamente el trabajo que tuvo, aunque el juego con los pies parece una asignatura que nuevamente se le va a quedar pendiente para septiembre... por lo demás, ni un pero al rendimiento de de ninguno de los dos.

Con los jugadores de ataque tenemos una de cal y otra de arena... la presión que hicieron ayudó mucho a que el Barcelona no pudiera sacar la pelota limpia desde atrás, y supieron sincronizarse con el resto del equipo para adelantar o retrasar la presión según las necesidades del partido. Lo único que se les podría echar en cara es ese toque de pausa en el momento de lanzar los ataques... y digo que se les podría echar en cara porque sabemos que son capaces de hacerlo... se lo hemos visto hacer durante todo el año, y es una pena haber perdido muchas ocasiones de crear peligro por fallos que no son habituales... pero este era un partido especial, había mucho juego psicológico, y hasta cierto punto es comprensible el punto de nerviosismo que se vio (de hecho, conforme avanzaba el partido, esas sensaciones iban desapareciendo y el equipo tranzaba mucho mejor las jugadas)

Para mí, el momento clave del partido fue el empate del Barcelona... debo reconocer que ahí lo vi todo negro, porque esa era el tipo de situación que nos hacía venirnos abajo y echar a perder todo el trabajo previo... pero esta vez no fue así. Se vio incluso en las caras de los jugadores. No se pusieron nerviosos, ni se lamentaron ni se preocuparon. Siguieron confiando en ellos y a los 3 minutos volvieron a adelantarse con un gol que sería un golpe mortal al Barcelona y la liberación definitiva de ese complejo que nos hacía pensar que hiciésemos lo que hiciésemos al final pasaría algo y acabaríamos perdiendo... De aquí al final del partido, el Barcelona se mostró como un equipo roto mentalmente y el Madrid pudo haber hecho más daño, pero se dedicó más a gestionar a ventaja que a buscar la sangre... En esta fase del partido, la aportación de Granero fue bien recibida por sus compañeros para intentar buscar posesiones más largas. Y minuto a minuto y jugada a jugada... el partido se acabó. Y esta es la historia de como el estadio del Barcelona se convirtió en el Camp Mou.

Pensemos ahora el miércoles. La Champions nos espera.

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